Siete sugerencias para acompañar a nuestros niños, niñas y adolescentes durante este año escolar

Todos los padres, madres y cuidadores de los niños, niñas y adolescentes estamos deseosos de que en medio de las presentes circunstancias les vaya bien en la escuela y que puedan obtener los mejores resultados en su educación.

Hoy en día, para que se cumplan estos deseos, hemos de enfrentarnos a muchos desafíos y desarrollar habilidades que, en la mayoría de los casos, no teníamos. De ahí la importancia de que podamos estar abiertos a estos nuevos cambios que la vida nos ha presentado.

Para ello estaremos compartiendo algunas sugerencias que nos permitirán acompañar de manera adecuada a nuestros hijos e hijas para tener un desempeño adecuado en el proceso de su educación tomando las nuevas condiciones en que se está desarrollando en estos momentos.

  • Trabajar en estrecha coordinación con el centro de estudio y con los maestros de nuestros niños, niñas y adolescentes
  • Establecimiento de rutina
  • Establecimiento de un lugar específico como área de estudio permanente
  • Acompañamiento cercano al niño, niña o adolescente durante su proceso de aprendizaje
  • Uso continuo de habilidades blandas: aprender a escuchar y aprender a decir
  • Reconocimiento de nuestras limitaciones
  • Manejo apropiado del estrés

Ahora hablemos más detalladamente de cada una de estas 7 sugerencias:

1. Trabajar en estrecha coordinación con el centro de estudio y con los maestros de nuestros niños, niñas y adolescentes.

Hoy más que nunca necesitamos entender el rol tan protagónico que tenemos en el proceso de educación de nuestros niños, niñas y adolescentes. Dadas las circunstancias que estamos viviendo, todos los actores del sistema educativo deben asumir su responsabilidad y estar en la disposición de realizar un trabajo en equipo para lograr los objetivos deseados. En la medida que cada uno asuma el rol que le corresponde y se mantengan en comunicación continua con los demás, el aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes será más óptimo y eficiente.

La alianza entre los padres, madres, cuidadores y maestros es un elemento, la paciencia y una actitud de colaboración son indispensables en los momentos actuales.

Nuestros niños, niñas y adolescentes tienen que evidenciar que existe relación colaborativa entre todos los actores de la comunidad educativa y saber que todos estan dispuestos a darles el acompañamiento que necesitan para alcanzar los resultados esperados en su educación.

2. Establecimiento de Rutina.

Los especialistas en conducta han sido muy insistentes a lo largo de la pandemia y del aislamiento físico en la gran importancia que tiene el establecimiento de una rutina en la vida de nuestros niños, niñas y adolescentes para poder manejar de manera más apropiada la situación actual. Como padres, madres y cuidadores necesitamos utilizar esta herramienta para guiar a nuestros hijos e hijas y proveer de una simple estructura que les ayude a tener un desempeño académico adecuado.

3. Establecimiento de un lugar específico como área de estudio permanente.

Dentro de las posibilidades, es conveniente habilitar un espacio donde los niños, niñas y adolescentes pueden dedicarse exclusivamente a estudiar y a participar en sus clases virtuales. Lo ideal es que sea un sitio con buena iluminación y buena ventilación. Los niños, niñas y adolescentes deben contar con las herramientas mínimas para poder responder a los requerimientos y tareas de sus cursos.

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4. Acompañamiento cercano al niño, niña o adolescente durante su proceso de aprendizaje.

No todos los niños, niñas y adolescentes aprenden de la misma manera ni al mismo tiempo. Algunos necesitan ser más acompañados que otros. Como padres, madres o cuidadores, necesitamos conocer como aprenden nuestros hijos e hijas y tener la paciencia necesaria para acompañarlos en ese importante proceso sin hacerlos sentir insuficientes, poco inteligentes y sin que la desesperación los haga su presa.

En este punto queremos recordar uno de los principios de Crianza con Ternura que nos indica que acompañar es tener un dialogo respetuoso y empático con nuestros niños, niñas y adolescentes.

5. Uso continuo de habilidades blandas: aprender a escuchar y aprender a decir.

Para realizar este tipo de diálogo, necesitamos saber escuchar y saber decir. Precisamente en el contexto del acompañamiento en el ámbito de la educación, es vital saber escuchar a nuestros hijos e hijas.

Cuando hablamos de aprender a escuchar esto implica que debemos de estar conscientes de que todos necesitamos ser respetados, no solo nosotros como padres, madres y cuidadores, sino también nuestros niños, niñas y adolescentes. En este tiempo, no solamente ellos necesitan adaptarse a los nuevos tiempos y aprender cosas nuevas, también nosotros necesitamos aprender. Y nuestros hijos deberán aprender de sus errores igual que nosotros.

Es muy importante saber que en la medida en que escuchamos a nuestros niños, niñas y adolescentes ellos se sienten aceptados, cuidados y sobre todo comprendidos.

Por otro lado, saber que el diálogo no solamente comprende el escuchar, también incluye el decir. Lamentablemente muchas veces nos hemos acostumbrado a hablar a nuestros niños, niñas y adolescentes de una forma que humilla y hiere, sin tener plena conciencia de que a través de la palabra podemos humillar, herir y condenar. Esto hace que sientan que no llenan nuestras expectativas y que se sientan frustrados, lo que afecta su autoestima en el peor de los casos. Sin embargo, es importante mencionar que con nuestras palabras también podemos dar reconocimiento, bendecir sus vidas y fortalecer su autoconcepto.

6. Reconocimiento de nuestras limitaciones

En medio de tantos desafíos que estamos teniendo como padres, madres y cuidadores se hace muy necesario que podamos ser lo suficientemente humildes para reconocer nuestras limitaciones. De manera que cuando no podamos responder de manera adecuada a los requerimientos del proceso educativo de nuestros niños, niñas y adolescentes podamos recurrir a quienes sí lo pueden hacer. Pedir ayuda o preguntar nunca será indicador de falta de sabiduría, todo lo contrario. Le motivamos a que solicite la ayuda necesaria de las personas adecuadas para poder acompañar de manera efectiva a sus niños, niñas y adolescentes.

7. Manejo apropiado del estrés

Finalmente, todos y todas debemos reconocer el alto nivel de estrés al que la pandemia nos ha sometido a todos, incluyendo a los niños, niñas y adolescentes. De ahí la gran importancia de investigar e implementar algunas herramientas efectivas del manejo de estrés, tanto para los adultos como para la niñez. De manera general, los profesionales de la salud mental nos han recomendado las siguientes: Dormir las horas adecuadas, buena alimentación, meditación, ejercicios físicos, recreación (dentro de lo posible), seguir una rutina y por qué no, rezar u orar.

Si como padres, madres y cuidadores asumimos y ponemos en práctica estas recomendaciones, desde ya les aseguramos muy buenos resultados académicos para sus hijos e hijas.

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Como nota final, queremos agregar que estamos conscientes de que aunque podemos ofrecer sugerencias, la familia dominicana enfrenta diversas situaciones que, dependiendo del contexto, pueden impedir un desarrollo satisfactorio del proceso educativo de nuestros hijos e hijas. Le invitamos a conocer esas realidades en nuestra Evaluación de la integración de la familia en el sistema educativo y en el sistema de protección infantil que puede descargar aquí.

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