ERNESTO SEN
Beneficiario del proyecto
de Desarrollo Económico
“Me siento en paz y orgulloso de darle a mis hijos una vida mejor... Me gustaría que
estuvieran listos, se desarrollen como seres humanos y que también puedan obtener
su propio beneficio.”
A los 43 años de edad, Ernesto Sena, tomó la decisión de cambiar su oficio de granjero
de plátanos a zapatero. Él ahora gana lo suficiente para pagar la matrícula
universitaria, los libros y los gastos de manutención de dos de sus hijos: Remigio de 20
años, y Ederlin de 18 años.