“América Latina y el Caribe ya perdió más de diez años de avances en términos de aprendizaje a causa de los dos años de cierre de escuelas por COVID-19”. Sin duda alguna, la educación ha enfrentado la peor crisis de la historia, y aunque República Dominicana logró la reapertura completa de todas las escuelas, existe un desafío relevante en términos de recuperación de los aprendizajes perdidos.
La educación como derecho debe brindar atención especial a la nivelación académica y a la recuperación, la cual, no puede ser volver al estado que estaba, pues la pandemia marcó un antes y un después en el sector educativo, ¨es necesario priorizar la educación en la agenda pública y garantizar su adecuado financiamiento para poder alcanzar los objetivos propuestos”.
Uno de los desafíos más importantes que enfrentó el paquete de educación a distancia fue la falta de conectividad en la región según este estudio; en República Dominicana la brecha digital limitó el acceso a la educación, situación que agudizó la desigualdad social, pues las limitaciones son mayores para los grupos más vulnerables, por lo cuál se evidencia la necesidad de enfocar esfuerzos en el refuerzo educativo durante los próximos años.
La agenda para recuperar el aprendizaje debe priorizar las habilidades fundamentales en lectura, ya que de acuerdo a un estudio que realizó el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD) en el 2021 el que el 62.3% de la población de estudiantes de 10 años no puede leer y entender un texto simple.
Además, la pandemia ha tenido un impacto negativo en el bienestar socioemocional de los niños, niñas, adolescentes y maestros, por lo cuál es importante colocar esta parte como prioridad en los planes pedagógicos del próximo año escolar, ya que estas necesidades dificultan el aprendizaje puesto que se debe abordar la inteligencia emocional junto a lo racional, desde el aula.
Otro factor de atención, de acuerdo a las consecuencias de la pandemia, es el abandono o deserción escolar, Según una proyección realizada por el Banco Mundial en el 2021 establece que producto de la pandemia la deserción (abandono escolar) podría estar entre un 10 y un 15%, antes de la pandemia era un 9%, esto es en la Región.
Para República Dominicana se hace necesario identificar la proporción de estudiantes que ha quedado fuera, definir planes para reintegrar a los que han abandonado y crear las bases para su permanencia.