En la República Dominicana, el trabajo infantil es una realidad preocupante que afecta a miles de niños, niñas y adolescentes. A pesar de los avances en las políticas públicas, persisten formas de trabajo infantil que muchas veces no son reconocidas como tales por la población general.
Pero, ¿qué es el trabajo infantil?
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo infantil se define como “todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico“. Esto incluye actividades económicas tanto en el sector formal como informal, realizadas dentro o fuera del entorno familiar, y tareas domésticas si se superan ciertos umbrales de horas trabajadas. Es crucial entender que no toda participación en actividades laborales se considera trabajo infantil; se deben tener en cuenta la edad, las horas de trabajo y las condiciones laborales.
Casos comunes de trabajo infantil
Es común que algunas formas de trabajo infantil no sean percibidas como tales por la sociedad. Aquí presentamos algunos casos que exponen esta realidad:
Trabajo doméstico extensivo:
Caso: Ana, de 10 años, realiza tareas domésticas en su hogar todos los días después de la escuela, dedicando más de 21 horas a la semana a estas actividades.
Análisis: Es trabajo infantil porque aunque estas tareas sean parte de la dinámica familiar, cuando superan las 21 horas semanales, se consideran trabajo infantil según los umbrales establecidos por la ENHOGAR-MICS 2019.
Ayuda en negocios familiares:
Caso: Luis, de 12 años, ayuda en el negocio de su familia durante los fines de semana, trabajando aproximadamente 16 horas semanales.
Análisis: El trabajo en negocios familiares es frecuente y muchas veces no se ve como perjudicial. Sin embargo, cuando se exceden las 14 horas semanales, se clasifica como trabajo infantil, ya que puede interferir con su educación y desarrollo.
Actividades agrícolas:
Caso: Marcos, de 14 años, trabaja en la finca de su familia todos los días antes y después de la escuela, acumulando más de 20 horas de trabajo semanalmente.
Análisis: Las actividades agrícolas en zonas en el campo son comunes entre los niños y niñas. No obstante, como habíamos mencionado, cualquier trabajo que supere las 14 horas semanales se considera trabajo infantil, independientemente de si es en un entorno familiar.
Impacto del trabajo infantil
En la República Dominicana, el trabajo infantil afecta al 3.8% de los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años, según la ENHOGAR-MICS 2019. Aunque esta cifra representa una disminución respecto al 6.7% registrado en 2014, la problemática sigue siendo significativa, especialmente en las zonas rurales donde el porcentaje es mayor.
El trabajo infantil tiene consecuencias severas para el desarrollo físico, psicológico y educativo de los niños. Interfiere con su derecho a la educación, limita su tiempo de juego y descanso, y puede exponerlos a riesgos físicos y emocionales graves. Además, perpetúa el ciclo de pobreza, ya que los niños que trabajan a menudo abandonan la escuela y no adquieren las habilidades necesarias para acceder a empleos mejor remunerados en el futuro.
Erradicar el trabajo infantil requiere un esfuerzo conjunto entre el Estado, las familias y la sociedad en general. Es crucial reconocer todas las formas de trabajo infantil y entender sus implicaciones para poder actuar de manera efectiva. Las políticas públicas deben ser reforzadas y complementadas con campañas de concienciación que ayuden a cambiar la percepción social sobre el trabajo infantil. Solo así podremos garantizar un futuro mejor para nuestros niños y niñas en la República Dominicana.
Fuentes:
Panorama Estadístico 112: Trabajo infantil en República Dominicana: análisis de los resultados de la ENHOGAR-MICS 2014 y 2019.
Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
