La Constitución Política Dominicana define a la República Dominicana, como “un Estado Social Democrático y de Derechos”, y establece el derecho que tiene toda persona a la educación. A partir de lo establecido en la Constitución, se deduce que es rol primordial fundamental del Estado garantizar todos y cada uno de los derechos fundamentales, de manera especial el derecho que asiste a toda persona de una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones.
En República Dominicana, la educación es un derecho, pero este término resulta muy amplio e intangible y por consiguiente el Estado como garante de derechos, debe asegurar que todas las personas puedan acceder a espacios y recursos que permitan el goce y disfrute de sus derechos. En ese sentido, en el presente artículo, pretendemos analizar brevemente el sistema educativo dominicano como medio que brinda este servicio público con miras a garantizar el derecho establecido en el artículo 63 de la Constitución y el artículo 1 de la Ley 66-97.
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Es importante destacar que, para delimitar este análisis y no ser muy ambiciosos en el afán de criticar, hemos orientado nuestra opinión en dos direcciones. En primer lugar, ya que establecimos que la educación es un derecho analizaremos junto a los 4 principios fundamentales de la educación (asequibilidad, accesibilidad, aceptabilidad, y adaptabilidad), exponiendo los desafíos y debilidades del sistema educativo dominicano en el cumplimiento de estos principios.
En segundo lugar, analizaremos brevemente los desafíos y debilidades del sistema educativo dominicano para cumplir con los principios del derecho a la educación en tiempos de emergencia, como lo fue durante la pandemia de coronavirus.
Desafíos y debilidades de la educación dominicana conforme a los principios del derecho a la educación
En todo derecho, los principios son directrices o lineamientos que orientan el sentido de lo que se establece en una ley, es decir que los principios son cualidades que describe el derecho.
En este sentido, el derecho a la educación está guiado por cuatro principios fundamentales que son: a) Asequibilidad, que el Estado garantice la disponibilidad de un servicio educativo gratuito y de calidad, brindado por profesionales capaces y competentes; b) Accesibilidad, este principio guía el derecho a la educación a ser incluyente y eliminar la discriminación en los servicios educativos; c)Aceptabilidad, garantiza que la educación cuente con contenidos y procesos relevantes y pertinentes al contexto, además de que sean culturalmente apropiados y gestionados bajo un enfoque de derechos; y d)Adaptabilidad, asegura que la educación pueda evolucionar y adaptarse para responder a las necesidades sociales, a los intereses y capacidades de cada individuo.
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A continuación, exponemos algunas de las debilidades del sistema educativo dominicano de cara al cumplimiento de cada uno de estos principios:
Asequibilidad
En República Dominicana la educación pre-universitaria es gratuita y el servicio es ofrecido por el Estado Dominicano a través del Ministerio de Educación, aunque también existe el servicio privado de educación preuniversitaria.
En lo concerniente a la cobertura, en los últimos años se ha reducido la brecha existente en este aspecto, por medio del programa de reconstrucción masiva de aulas luego de la asignación del 4% del Producto Interno Bruto al sector educativo.
A pesar de la gratuidad del servicio y de un aumento en la cobertura del servicio educativo, aún siguen vigentes dos grandes desafíos para el cumplimiento del principio de asequibilidad que son el bajo nivel de calidad de la educación pre-universitaria en República Dominicana, evidenciado por mediciones de gran aval internacional como son las pruebas PISA y TERCE, donde la educación dominicana ocupa los últimos lugares en temas esenciales como son la lecto-escritura y las matemáticas.
El segundo desafío en este principio es el nivel de competencia y capacidad de los docentes, lo que constituye una de las causas neurales del bajo nivel de calidad. Este desafío se fundamenta en los resultados de las evaluaciones de desempeño y competencias realizado por el propio ministerio de educación, el cual refleja un desempeño incipiente en 38% de los maestros y un desempeño básico en el 35%.
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El efecto del COVID-19 en la gestión del servicio educativo público ha traído consigo que, en lo referente a la cobertura educativa, el año escolar iniciara más tarde de lo habitual en un formato de educación a distancia por medio de radio, televisión y plataformas digitales, lo cual debido a la brecha digital y los niveles de desigualdad socio-económicas existentes ha provocado que centenares de miles de niños no estén recibiendo el servicio educativo conforme fue planificado por el Ministerio de Educación.
Accesibilidad
En los últimos años se evidencia un avance institucional en lo que respecta a la inclusión y atención a la diversidad, el cual se refleja también en el sistema educativo dominicano, donde están presentes valores inclusivos como el reconocimiento de la diversidad, el respeto de las personas y el sentido de acogida.
A pesar de la existencia de estos valores, existen retos relativos a la inclusión y accesibilidad educativa como lo son infraestructuras físicas que constituyen un obstáculo para los niños y niñas con discapacidades físicas. Los planteles educativos no representan un espacio amigable para los alumnos y alumnas, ya que parecen ser centros de reclusión. Además de los retos mencionados, hay que destacar que no existe una propuesta curricular dirigida a atender las diversas necesidades especiales de los estudiantes.
La modalidad educativa a distancia tanto por radio y televisión como por plataformas virtuales, constituye una causa de exclusión para los estudiantes que viven con alguna condición de discapacidad y aunque existe un programa de integración y atención a la diversidad aún no se ha puesto en marcha.
Aceptabilidad
En este principio es donde el sistema educativo dominicano presenta mayores debilidades, ya que existen carencias en todo este aspecto. Se necesitan planes de estudio adaptados a la situación de emergencia, práctica pedagógica acorde con la cultura y necesidades de protección en la emergencia, así como recursos didácticos pertinentes para el entorno y cultura en el que se utilizarán y en buen estado físico.
Adaptabilidad
El impacto del COVID-19, ha puesto a prueba la capacidad del sistema educativo dominicano para responder y cumplir con el principio de la adaptabilidad. En este sentido, se considera alta la población estudiantil que se quedará fuera de la educación formal, iniciando por los de primera infancia, seguido por los que tienen alguna condición especial, y por aquellos que, por situaciones familiares, o de acceso a recursos tecnológicos, medios de comunicación y/o socio-emocionales decidan no entrar en esta modalidad.
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¿Cómo se pueden abordar estos desafíos?
Con la finalidad de que el análisis que antecede no sea considerado como una crítica estéril al sistema educativo, a continuación, sugerimos algunas acciones para superar estos desafíos, las cuales queremos sean complementadas con sus comentarios:
- Diseñar planes y propuestas de proyectos para atender a los más necesitados.
- Capacitar docentes en relación al uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) y el manejo de plataformas de comunicación para la educación.
- Capacitar a docentes en todo lo relativo a la educación ante emergencias.
- Incidir para que los tomadores de decisiones a nivel público atiendan las prioridades del estudiantado ante su condición actual, asegurando la inclusión y el cumplimiento de este derecho para todos.
- Promoviendo la Inserción escolar en las comunidades.
Vladimir Medrano, es Abogado, Especialista en Derecho de la Niñez, con Maestría en Gestión de Proyectos Sociales. Actualmente se desempeña como Especialista de Involucramiento Comunitario y Patrocinio en World Vision.
