Crianza con Ternura es una una revolución cultural que se cultiva desde relaciones intergeneracionales de amor inquebrantable, mentoría de vida y movilización para la acción pública solidaria, que procura el derecho al cuidado libre de violencia y pleno de amor. Es así mismo una experiencia que mueve a las personas a hacer un aporte a la comunidad.
Un ejemplo de esto es la labor de Randy Trinidad, médico, psicólogo, y pastor de la Iglesia de Dios Casa de Restauración. “Siempre he querido estar donde haya necesidad, por eso hago consultas en Hacienda Estrella de Villa Mella”. En el año 2018, este hombre de 43 años cursó la certificación de Crianza con Ternura que ofrecemos, así como las certificaciones que están disponibles en línea. “Cuando descubrí este material tan valioso, quise ponerme al servicio para devolver a la comunidad algo de esto que yo había aprendido”. Fue así como llegó a nuestro Programa de Área en Santo Domingo Norte, donde ofrece sus servicios de terapia familiar y para niños con problemas de aprendizaje de forma gratuita los jueves en la tarde.
Una Relación Renovada
La experiencia con la familia de William y Diana es uno de los frutos del trabajo de Randy con la metodología de Crianza con Ternura. William Pérez, de 28 años, y Diana Guevara de 22 formaron un hogar siendo muy jóvenes, del que nació su hijo Maicol, quien ahora tiene 7 años.
La inexperiencia y falta de orientación llevó a esta pareja a desarrollar graves problemas de comunicación en la casa, alcanzando altos niveles de agresividad verbal y física que afectaban la conducta de Maicol en la escuela, al punto de que recibían muchos llamados de atención de las autoridades escolares con relación al comportamiento del niño. Una vecina que labora en la organización, preocupada por la situación les recomendó visitar la unidad de atención psicológica del programa. Como resultado, esta familia dio un giro positivo.
“Vinimos aquí porque nuestra vecina nos dijo que el pastor Randy podía ayudarnos y así fue. El nos ayudó a superar los pleitos, insultos y agresiones que nos hacíamos”, nos cuenta William. “Cuando comenzamos a visitar el consultorio estábamos a punto de separarnos, pero gracias a la perseverancia del pastor aprendimos a conversar, a comunicarnos, y nuestra relación ha mejorado muchísimo”, relata Diana. “También nos ayudó con el comportamiento de Maicol. Él era agresivo en la escuela y nos llamaban a cada rato. Randy nos ha dado técnicas para poder hablar con él y manejar las situaciones, en vez de pegarle o hablarle mal, además de que la mejoría en nuestra relación ha mejorado su comportamiento. Estoy contenta porque en la escuela me dijeron que el niño ha dado un cambio.”
Randy Trinidad
Randy afirma que casos como este son de gran significado y le motivan a continuar. “Me gusta estar en lugares donde me necesiten y poder hacer la diferencia”.
