Con la COP30 en vista, iniciativa ya movilizó USD 21,5 millones; meta es invertir USD 500 millones hasta 2030 para fortalecer comunidades amazónicas y ampliar la protección de niños y niñas frente a la crisis climática
Belém, octubre de 2025 – A las puertas de la COP30, que se celebrará en Belém, la ONG World Vision, Visión Mundial, organización fundada en 1950 y presente en 100 países, anunció la meta de movilizar USD 500 millones hasta 2030 para fortalecer la resiliencia de 10 millones de personas y acelerar la adaptación y mitigación climática con foco en la protección de la infancia en la Amazonía.
La iniciativa ya movilizó USD 21,5 millones, trabajando en alianza con gobiernos, sociedad civil y comunidades locales para captar el resto de los recursos. La propuesta incluye la defensa de que 50% del financiamiento climático global sea destinado a acciones de adaptación y 20% a contextos de conflicto y emergencias, además de que el nuevo Fondo de Pérdidas y Daños (Loss & Damage) adopte criterios específicos de protección infantil.
“La COP30 es un divisor de aguas para colocar a los niños y niñas en el centro de la agenda climática global. No se trata solo de reducir emisiones, sino de garantizar que las inversiones en adaptación lleguen a las comunidades que viven la emergencia todos los días”, afirma Thiago Crucciti, Director Nacional de la ONG Visión Mundial Brasil.
La iniciativa regional actúa en países como Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, con el objetivo de impactar positivamente la vida de 10 millones de personas –6 millones de niños y niñas y 4 millones de adultos– que serán protagonistas en la conservación de 22 millones de hectáreas y en la restauración de 3 millones de hectáreas.
El número de habitantes de la Amazonía legal brasileña llegó a 27,8 millones, de los cuales el 40,5% son niños, niñas y adolescentes, superando la media nacional de 33,1%, siendo el territorio con la mayor proporción de infancia y adolescencia del país, según el IBGE (2022).
A pesar de avances sociales recientes, la región de la Amazonía brasileña continúa siendo la región con los mayores índices de desigualdad, vulnerabilidad, violencia y pobreza para la niñez y adolescencia del país. De acuerdo con el IBGE (2022), el 44,9% de la población amazónica vive en pobreza y el 9,5% en pobreza extrema, contrastando con la media nacional de 33% y 6,4% respectivamente (IJSN, 2022).
La infancia y la adolescencia en la región amazónica enfrentan un escenario crítico. La zona concentra la mayor tasa de mortalidad infantil del país –18,5 muertes por cada mil nacidos vivos en 2022, según la Fundación Abrinq, con base en datos del Ministerio de Salud y del Sinasc.
La desigualdad en el acceso a servicios esenciales también es alarmante: dependiendo del estado, entre 5,9% y 53,1% de la población no tiene acceso al agua tratada, mientras que la ausencia de recolección de aguas residuales varía entre 34,5% y 94,6%, según el Instituto Trata Brasil (SNIS).
Además de la vulnerabilidad social y sanitaria, la región es también la más violenta para la niñez y adolescencia. Solo en 2022, se registraron 8.472 casos de violencia sexual, representando el 19,31% de todos los casos del país, conforme a datos de Abrinq.
Frente a este contexto, la organización estructura su actuación en tres ejes integrados:
La organización utiliza modelos basados en evidencia, como la Regeneración Natural Gestionada por Agricultores (FMNR), la gestión comunitaria de desastres y la educación climática, con foco en empoderar a mujeres, jóvenes y pueblos indígenas como protagonistas de la transición ecológica.
“No hay futuro verde sin justicia social. El hambre, la pobreza y la degradación avanzan juntas, y los niños y niñas están en el centro de esa crisis. El desafío de la COP30 es transformar el discurso de transición justa en acción concreta”, destaca Crucciti.
Visión Mundial también defiende que las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs) y los Planes Nacionales de Adaptación (NAPs) de los países amazónicos incorporen metas específicas para infancia, nutrición, seguridad alimentaria y educación climática, además de mecanismos de participación de jóvenes y niños en los procesos de decisión.
La propuesta sigue la Observación General Nº 26 de la ONU, que reconoce el derecho de los niños y niñas a un ambiente sano y sostenible. Con la COP30 celebrándose en la mayor región forestal del planeta, la organización considera que el encuentro representa una oportunidad histórica para reposicionar la Amazonía como prioridad global de inversión climática.
El objetivo es presionar por un financiamiento accesible, transparente y basado en las comunidades, capaz de garantizar resiliencia y regeneración de los paisajes degradados sin generar nuevos endeudamientos a los países y comunidades.
“La Amazonía es el corazón del clima global y el termómetro de las desigualdades. Invertir en su protección es invertir en estabilidad, seguridad alimentaria y en el futuro de las próximas generaciones. Para proteger la vida en y desde la Amazonía, necesitamos proteger el presente y el futuro de la infancia”, concluye Thiago Crucciti, Director Nacional de la ONG.
Sobre Visión Mundial
World Vision, conocida en Brasil como Visão Mundial, es una organización humanitaria cristiana dedicada a trabajar con niños, niñas, familias y comunidades para combatir las causas de la pobreza y la injusticia. Presente en Brasil desde 1975, actúa en las áreas de protección, educación, incidencia política y emergencias, priorizando a las poblaciones en situación de vulnerabilidad, sin distinción de religión, raza o género.
Más información: www.visaomundial.org.br